miércoles, 15 de febrero de 2017

Viaje a la nieve

     La semana del 5 al 10 de febrero realizamos una salida a la nieve. Nos hospedamos en un pequeño hostal de Jaca, un pueblo acogedor con mucha tradición de esquí, por la zona en la que está situado, y por lo que pudimos observar cuando paseábamos por las calles.
     Los alumnos podíamos elegir entre practicar snowboard o esquí. En mi caso elegí el snow y para mi fue una magnífica experiencia en la que no solo esquiamos, si no que mediante la observación también pudimos ver como los monitores impartían y organizaban sus clases, sin olvidar prestar especial atención a la metodología aplicada a este emocionante deporte.




     El destino para realizar la actividad fue la estación de Candanchú, en el Pirineo Aragonés, donde nos dividimos en grupos para trabajar. Los que hacían snow lógicamente trabajarían con los de snow y lo mismo con las personas que practicaban esquí. Los grupos eran preferiblemente pequeños, como de 10 participantes, para que el proceso de aprendizaje fuese más rápido debido a que solo disponíamos de 5 días de clase (2 horas cada día), de este modo el monitor del grupo podría trabajar más confortablemente e impartir sus conocimientos de manera más efectiva.


                                                -Estación de Candanchú-


     En las clases de snow comenzamos el aprendizaje con ejercicios muy básicos para comenzar a subirnos a la tabla. Una vez dominados estos ejercicios y atadas las fijaciones de la tabla nos pusimos manos a la obra empezando por el derrape de talones, seguido por el derrape de puntas, que bien dominados ya nos permiten meternos con la práctica de los virajes. Es importante trabajar en pistas de color verde y azul en la iniciación para no complicar y realentizar el proceso.
     Aprender a realizar derrapes tanto de talones como de puntas es relativamente fácil, la complicación llega con los virajes, en los que los pies ya cobran más importancia por los movimientos que hay que hacer para girar correctamente y sin caernos. Sabiendo manejar bastante bien los derrapes ya se pueden bajar determinadas pistas por nuestra propia cuenta.
   




viernes, 3 de febrero de 2017

Evaluación estilo espalda

El lunes 30 de enero fuimos a la piscina como de costumbre, y trabajamos con una ficha técnica para el análisis de la técnica en natación y la evaluación del proceso.

Los alumnos trabajamos en grupos de 3 o 4 de manera que uno de nosotros nadaba en el agua y el resto del grupo observaba desde fuera. Los observadores tenían que encargarse de fijarse en el nadador y valorar lo que estaba haciendo con una "X" marcada en las siguientes casillas; "acción incorrecta", "regular", "bien" y "muy bien". Los aspectos a valorar eran tales como la acción de los brazos, acción de las piernas, posición de la cabeza, posición de los pies, etc. Todo esto en el estilo espalda. Como son varios puntos los que hay que observar, el nadador no recorre la calle entera, sino que hace 10 metros y espera para hacer otros 10 hasta que sus observadores apunten los datos, es una opción de optimizar el trabajo. En esos 10 metros el observador puede intentar fijarse en más de un aspecto para agilizar el proceso.

Es una buena forma de trabajo para los alumnos, porque tienen la oportunidad de integrarse más en el grupo y de obtener distintos puntos de vista como observador ya que va a ver la técnica del estilo espalda en varios nadadores distintos y eso le ayudará al alumno la capacidad de aprender a observar y evaluar los resultados. Aplicando esta metodología los alumnos pasan a ser los protagonistas totales del proceso de aprendizaje.